Tirar para adelante nunca fue tan divertido: Lemmings

Portada de Lemmings

Advertencia. No nos hacemos responsables de: pérdida de cordura, pérdida de pelo, pérdida de sueño

Y entonces alguien nos copió un juego que nos robó horas, tanto delante del ordenador, como en el mundo de los sueños. Nos metíamos en la cama y no parábamos de darle vueltas en nuestra cabeza a la última pantalla en la que nos habíamos atascado en pos de una solución. Cuando te plantabas delante del ordenador querías ver cómo sería el siguiente reto, qué trampas habría que esquivar y cómo aprovechar las habilidades disponibles para superarlo. Así, tardes y tardes moviendo el ratón como locos para salvar a nuestros pequeños amigos.

Lemmings es un juego que, tras aparecer en 1991 para Commodore Amiga, acabó teniendo versiones para casi cualquier máquina de la época (y para muchas más después), incluyendo la que nosotros disfrutamos en MS-DOS. Los chicos de DMA Design (esos mismos que ahora se lo pasan teta recreando delitos en Rockstar North) desarrollaron el juego para ser publicado por la tristemente desaparecida Psygnosis.

muro

¡Provocaba pesadillas la primera vez que te enfrentabas a este nivel!

Como no podría haber sido de otro modo, nosotros lo disfrutamos en nuestro viejo Amstrad PC1640 y daba lo mismo donde lo hicieras, porque Lemmings es uno de esos juegos que, con un planteamiento sencillo, te pican hasta límites insospechados. Mirad si es sencillo que simplemente se trata de guiar a unos bichos que no saben más que caminar sin parar, tras caer de una trampilla, hasta la salida del nivel. ¿Puede haber una idea más básica?

Sin embargo, esta idea, aparentemente sencilla, esconde una mecánica de juego que catapulta la diversión más allá de lo imaginable inicialmente. Primero, porque los lemmings caminan sin temor, suicidándose si no lo impedimos. Y segundo, porque tenemos a nuestra disposición ocho habilidades con usos limitados y deberemos asignar uno de esos usos a un lemming para que pueda utilizar la habilidad seleccionada. ¡Así se crea la diversión!

Las habilidades de las que pueden hacer uso los pequeños bichos de pelo verde son: escalada para subir por paredes verticales; paracaidismo para no morir al caer de grandes alturas; explotar para abrir agujeros o eliminar los lemmings bloqueados; bloquear para impedir el paso de los lemmings y que cambien de dirección; escaleras para poder salvar grietas o huecos además de ascender, ya que son diagonales; perforar lateralmente para atravesar obstáculos; picar diagonalmente para ir hacia abajo; y cavar para ir verticalmente hacia abajo. No hemos de olvidarnos de que hay un botón de pausa, otro de autodestrucción que acaba con todos los lemmings en pantalla, otro para acelerar la salida de nuestros amigos y otro más para retrasar la misma.

escaleras

Tras construir una escalera.

Todo depende de nuestra habilidad y de nuestra capacidad de administración de las diferentes habilidades ya que, dependiendo de la pantalla, dispondremos de más o menos usos de cada una de ellas. Es más, en muchas de las pantallas hay habilidades que no estarán a nuestra disposición o que lo estarán pero no las necesitaremos. En nuestra mano está decidir cómo vamos a superar cada uno de los niveles propuestos a lo largo de la aventura.

Todavía recuerdo lo mucho que nos llamaron las animaciones la atención en su día. Con tan pocos píxeles, los lemmings derrochaban personalidad y sus movimientos nos hacían mucha gracia, sobre todo cuando los destruyes y se llevan las manos a la cabeza justo antes de llenar la pantalla de píxeles sueltos como si fueran fuegos artificiales. En ocasiones, he de confesar, sacábamos a todos los lemmings posibles de un nivel, únicamente para pulsar el botón de autodestrucción y ver el festival de explosiones.

paraguas

Dejándose caer con gracia.

Antes de que se me olvide, he de indicar que antes de comenzar un nivel nos indican en una pantalla previa las condiciones para superarlo. Básicamente nos dicen el porcentaje de lemmings que han de llegar sanos y salvo a la salida, y de cuánto tiempo disponemos para ello. Una vez superado el nivel, nos aparecerá otra pantalla para darnos un código. Recordad que no siempre se ha podido guardar las partidas y, por aquel entonces, la mejor manera de no perder nuestro progreso era apuntar ese código para poderlo introducir la siguiente vez que jugáramos. Si perdíamos el código, no nos quedaba más remedio que comenzar desde el principio.

Estoy seguro de que vosotros le metisteis tanta tralla como nosotros a este clásico del mundo de los videojuegos y nos gustaría conocer cómo fue tu experiencia con él, además de conocer en que plataforma (o plataformas) los disfrutasteis. Lo cierto es que tengo muy buenos recuerdos de las tardes, tras venir del colegio, que pasamos compartiendo el ordenador para jugar cada uno de nosotros un nivel, mientras el otro le daba indicaciones o le hacía sugerencias. Lemmings es uno de esos juegos que te enganchan de mala manera durante mucho tiempo y es agradecido con el jugador, haciéndole sentir inteligente a lo largo del paso de los niveles.

Ahora, si no os importa, voy a pasar un rato salvando bichos con tendencias suicidas.

Actualización: Como he publicado un vídeo en nuestro canal de YouTube con los primeros compases de este divertido juego, aprovecho la ocasión para qué ve veáis como de desarrolla una partida con estos divertidos personajes. Además, veréis uno de sus más famosos niveles, donde un muro con flechas nos hizo la vida imposible a muchos niños de la época.

 

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